Hace días, me sumé a la indignación del novelista y poeta Alberto Ruy Sánchez, cuando mediante su cuenta de twitter dífundió la nota periodística del periódico El Universal, en la que describe perfectamente la ignorancia de una diputada, que según la propia nota periodística nos cuesta mensualmente 409mil pesos aproximadamente.
La nota, es una demostración de los que ocupan las curules en un poder que ha sido mancillado ante la ignominia que personas como la Presidenta de la comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa perpetúa una y otra vez en total impunidad, sumergida en el silencio cómplice que permite que estas personas ocupen cargos tan relevantes, aunque la señora Edith Ruiz Mendicuti no lo considere de gran importancia.
Su limitada currícula, tal como se informa tanto en la nota periodística como en la página "conoce a tu diputado", de la Asamblea Legislativa refiere que no se dispone de su trayectoria académica, no obstante se ostenta como luchadora de los derechos de las mujeres y los niños partidaria de la búsqueda del esparcimiento, social, cultural y deportivo, por lo que se infiere, carece de estudios que avalen sus conocimientos.
Más allá de su escasa actividad legislativa, según se observa en sus informes, la podemos reducir a exhortos a diversas dependencias locales y federales sin mayor trascendencia, tal como se aprecia en sus informes, que están a disposición en la citada página electrónica,más allá que la diputada como informe enlista las actividades de las comisiones a las que pertenece y no así su propia actividad legislativa, tal como se aprecia en las siguientes "actividades": 18/marzo/2010 "SE ANALISÓ DE MANERA MINUCIOSA Y DETALLADA LA PROBLEMÁTICA DE LOS JUVILADOS Y LOS SISTEMAS DE PENCIONES"(sic); o como la realizada el 18/marzo/2010 "LOS PONENTES EXPUCIERÓN LA IMPORTANCIA Y TRACENDENCIA DEL JUEGO DE PELOTA DE ORIGEN PREHISPANICO, EN SUS DIFERENTES MODALIDADES Y TIPOS"(sic); o bien la del9/septiembre/2010 cuando "SE APROVO LA LEY DE CULTURA CIVICA Y SALUD". Preciso es aclarar que las faltas ortográficas se aprecian en estos informes de la Diputada para quien la presidencia de la comisión de Cultura es "lo que quedó", más allá de todo esto, lo índignante es que quien debería favorecer los espacios para el análisis, la discusión, el diálogo, las decisiones para GARANTIZAR ESTE DERECHO, a partir de mecanismos de participación y verdaderos ejercicios legislativos, quién tiene esa importante facultad no hace más que expresar que su idea de cultura se constriñe a " “Yo leo cosas del narco y eso, porque uno tiene que saber de lo que pasa, lo demás... es que a mí no se me da, me han criticado mucho por eso, pero yo soy más... ¿cómo te diré...?, práctica”.
NO, PRACTICIDAD NO ES LO QUE LA DEFINE, LA IGNORANCIA SÍ!
Si como lo indica, su vocación son los derechos humanos, esta mujer debería tener claro que el acceso a la cultura, no es leer el libro vaquero, o leer "algo", "lo que sea", incluso espectaculares, no señora, es un Derecho Humano, por tanto inherente a todas las personas, eso es lo que se debería tutelar desde el cargo público que ocupa, salvaguardar ese Derecho, quizás su tía/asesora, no le ha informado que es tan importante este DERECHO que su espíritu es recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, si desconoce, como parece serlo, el concepto de cultura, bien podría esta señora leer la Declaración de los Derechos Culturales, Declaración de Friburgo, misma que está disponible en internet, el esfuerzo no es mucho, ahí en su artículo 2o podrá observar que el término cultura abarca algo más allá de leer cosas del narco, efectivamente cultura, de acuerdo a este instrumento, "abarca los valores, las creencias, las convicciones, los idiomas, los saberes y las artes, las tradiciones, instituciones y modos de vida por medio de los cuales una persona o un grupo expresa su humanidad y los significados que da a su existencia y a su desarrollo".
Si esto no fuera de fácil entendimiento, existen profesionistas con bastos conocimientos sobre la materia que para fortuna nuestra radican en nuestra querida Ciudad de México, no debe ir muy lejos para que la comunidad cultural le proporcione un marco conceptual e incluso le dé un norte para establecer una agenda que me parece grotesco, al día de hoy no se haya dignado a consolidar.
La ciudadanía está cansada de estas atrocidades, ¿vamos a seguir permitiendo que personas como ésta sigan ocupando cargos públicos, a nuestra costa?, ¿hasta cuando la partidocracia nos seguirá recetando la ignorancia que pregonan tan solo con abrir la boca en ABSOLUTA Y TOTAL impunidad, sé admirado Alberto que con declarar en páginas electrónicas, blogs, redes sociales no basta, pero estoy convencida que en el momento en que decidamos ejercer nuestra ciudadanía, personas como Edith Mendicuti dejarán de ocupar espacios que por derecho no les corresponde.
Lo prometido es deuda, decidamos que sigue.
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