02 octubre 2008

Por qué el 2 de octubre no se olvida ni se perdona?









Porque en una tarde la vida de mujeres, niñas, niños adolescentes, jóvenes fue cegada por las balas de un ejército de manera impune, sin que hasta el día de hoy haya un sólo responsable que haya pagado por este delito.

Una tarde en que estudiantes y profesores de mi querida Universidad Nacional Autónoma de México y de otras se conjuntaron en una sola voz para gritar un ¡ya basta!, esa su voz, y la convicción de luchar por sus ideales, por vivir en un país diferente eran sus únicas armas.

Pero un gobierno tan ilegítimo como inmoral decidió acabar con "los revoltosos" por mostrar un país que no era, que no es y parece nunca será, y eso es lo que ofende y lastima aún después de 40 años, nada ha cambiado, los asesinos de esas mujeres, hombres futuros profesionistas y profesores han encontrado la muerte natural antes de pagar por su crimen, las imágenes grabadas por el propio asesino mostrando la comisión de su propio delito aun a quienes ni siquiera nacíamos nos duelen, nos mueven a pensar que esto no debe olvidarse, ni mucho menos perdonarse.

Hoy, al ver ríos de gente, en su mayoría universitari@s llenar las calles, pugnando 2 de octubre no se olvida, pensé que no, no puede olvidarse porque cuando un civil muere emboscado a manos del ejército , y nada pasa, olvidarlo sería ser cómplice del genocida.

Hoy al ver a los sobrevivientes de la matanza pensé en el miedo que debieron sentir, al ver los ríos de sangre de sus compañer@s, la incertidumbre de saber que pasaría con ell@s, la confusión de un momento ensordecedor por las metralletas, y no pude sino derramar más de una lágrima por ellos, por los que desaparecieron, por los que murieron y por los que hoy queremos un país mejor, porque seguimos teniendo la razón, porque contamos con las mismas armas que contaron ellos, pero tenemos en contra una sociedad paralizada por el miedo y hasta la mediocridad, porque el ejército está de nuevo en las calles violando, matando, jodiendo al mismo pueblo que ha quedado inerte, ante un gobierno igual de ilegítimo que día a día amenaza con todo su poder a un pueblo hambriento, cansado de gritar, que parece se ha dado por vencido de tanto no ganar.